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Una imagen muy conmovedora y brutal.
Desde luego, así es Juan Marcos. Hay imágenes que rompen el alma de dolor al verlas y, lo peor de todo es que, por desgracia, existe esta tristísima y cruda realidad en este egoísta mundo. Buen finde. Un abrazo amigo.
Es doloroso observar estas fotografías porque uno espera que el mundo comprenda que los niños están muriendo innecesariamente de hambre y que se necesita ayuda con urgencia para evitar más muertes infantiles. Son lágrimas que abren un agujero en el alma.
No soy derrotista, bien lo saben quiénes me conocen. Soy realista…Por eso, cuando ves a estos niños llorar, comprendes que el mundo va fatal. Vivimos en una jungla injusta, violenta, sin medida, nada compasiva y en una constante brutal sinrazón. Un abrazo amigo Manuel.
Lapidario. Saludos
Sin duda Javi. Un derecho no es algo que alguien da; es algo que nadie puede quitar. Buen finde. Un abrazo amigo.
las lágrimas de un niño hambriento…duelen…queman…nos hacen ver lo poco humanos que en realidad somos….
Llevas toda la razón eticadiaria. La injusticia social es un problema mundial. Podemos decir sin duda que, el mayor enemigo del hombre es el hombre. Vivimos en un mundo contradictorio y confuso, sin importar lo más mínimo, lo que está sucediendo a nuestro alrededor, donde la generosidad y solidaridad priman por su ausencia y donde los derechos de las personas son constantemente violados. Un abrazo amigo.
Que peso tan grande en tus palabras amiga. Gracias por colgarlo, lo comparto. Abrazo y rosas.
Gracias Rubén. Es una brutal realidad. Muchas personas en el mundo, no tienen acceso a los mismos derechos para poder solventar sus necesidades más básicas. Buen domingo. Un abrazo amigo.
Nos duelen a todos y deberían remover nuestras conciencias. En un mundo que anda sobrado de materialidad y falta de sensibilidad, esas lágrimas son aldabonazos para no mirar a otro lado y reflexionar. Así es. Un abrazo y buen domingo.
Sí Paz, es tremendamente duro y doloroso ver estas imágenes. Los niños son los más vulnerables ante los efectos devastadores de la pobreza, la guerra y el hambre. Últimamente, los medios de comunicación nos presentan un panorama donde, fácilmente, pueden hacernos perder la confianza en la capacidad del ser humano. Un abrazo grande.