Hay dos tipos de orgullo. El «orgullo bueno» representa dignidad y autorrespeto. El «orgullo malo» es el pecado mortal de la superioridad que apesta a presunción y arrogancia. Una persona debe ser suficientemente grande para admitir sus errores, lo suficiente inteligente para sacar provecho de ellos, lo suficiente fuerte para reconocerlos y aprender a corregirlos…
Ese «lo suficiente» es lo que a veces hace a la gente…insuficiente. Con que solo fuese un poquito…
Lo «suficiente» sería lo adecuado para cubrir lo necesario. Un abrazo Paz.