Hay un punto anterior a la luz,
un gesto que aún no es gesto,
un sí que no ha nacido
y, sin embargo, late.
Somos la pregunta que se pronuncia sola,
un eco que antecede a la voz,
la fractura por donde lo insondable
respira su posibilidad.
Sentir no es un acto:
es la fisura por la que lo Absoluto
se vuelve vulnerable,
la grieta donde lo eterno
acepta ser instante.
Y cuando el alma tiembla,
no es miedo ni deseo:
es el ser conmovido
por su propio devenir,
es la sombra del infinito
probándose un cuerpo.
Todo lo que somos
es apenas la huella calcinada
de un misterio que se piensa,
que se sueña,
que se despliega en este ahora
como un símbolo que arde.
Y aun así, en lo indescifrable,
una certeza nos sostiene:
sentimos
y en ese estremecimiento
el universo se reconoce
por un instante eterno.
Rovica.



Hermosa reflexión sobre las dudas existenciales querida amiga. Abrazo y buen finde
Muchas gracias Sergio.La emoción de sentir no se describe, sino que se revela como origen entre lo eterno y lo humano. El reconocimiento como acto sagrado, breve y absoluto a la vez. Un abrazo amigo.
Coincido amiga. Abrazos. Y me queda por decir que la Fe… No se contagia . Se vive
👍🏼👌🏼😊