Los Actos, Nuestra Esencia…

Nuestros actos es la verdad de nuestra esencia. Lo que somos se manifiesta con mayor claridad en lo que hacemos que, en lo que pensamos o decimos. Las palabras pueden ser adornadas, los pensamientos pueden permanecer ocultos, pero los actos poseen una transparencia inevitable, porque bajo la capa de lo que se dice, finalmente, son los hechos lo que revelan con mayor claridad, quiénes somos.

Cada decisión, incluso las más pequeñas, refleja la  categoria y el grado de valores. Al elegir, revelamos qué consideramos justo, qué nos importa realmente y qué estamos dispuestos a sacrificar. Es en esa coherencia (o incoherencia) entre lo que proclamamos y lo que ejecutamos es donde se dibuja nuestra esencia más auténtica.

No siempre somos conscientes de ello. A veces creemos que un error es solo un accidente o que un gesto bondadoso carece de importancia. Pero la suma de esos detalles cotidianos configura nuestra identidad. Con el tiempo, nuestros actos se convierten en nuestra biografía más fiel, una memoria viva que habla de nosotros, aun, incluso, cuando ya no tengamos voz.

Vivir, entonces, es un ejercicio constante de auto-revelación. Cada acción nos desnuda ante los demás y ante nosotros mismos. Podemos intentar ocultarnos, pero la vida nos exige coherencia. Al final, lo que somos no se mide por las intenciones que guardamos, sino por la huella que queda en los demás a través de lo que hacemos.

Rovica.