Me subí a un tren con alas, me elevé hasta las nubes impulsada por el dulce combustible de hermosas palabras. No faltó quien me advirtiera de que no llegaría muy lejos, pero ya tenía los pasajes en mi bolsillo.
Me alucinó el vértigo por subir tan rápidamente y olvidé, que la gravedad existía, muy pronto lo recordé por un fuerte impulso hacia abajo en caída libre y al abrir los ojos, pude ver mis pedazos.
Pero sigo creyendo que amar nunca será perder, que darte parte de mi, me enriqueció. Te brindé el regalo más bonito que nadie jamás te dio, no lo supiste recibir, dime entonces…¿Quién perdió más aquí…?
No se trata de quien pierde y quien gana. Si tú estás convencida de lo que haces date por premiada, allá cada cual con lo que crea ha obtenido con ello. Un abrazo.
Como muy bien dices Paz, no se trata de ganar o perder, se trata de aprender de los errores y que estos te hagan crecer. Un abrazo grande.
A veces la expectativa de ciertas ilusiones te llevan a fracasos inesperados para los que no estabas preparada, pero la vida puede con todo y no hay problema que dure cien años
Desde luego que así es marycarmen y, como dices muy bien, todo es superable, ya que no hay problema que dure cien años. Un abrazo grande.