Querido Corazón Valiente:
No tengas miedo cuando se ponga oscuro. La vida, como el cielo, a veces se cubre de sombras, pero es precisamente en la oscuridad cuando aparecen las estrellas. No olvides que incluso en los momentos más difíciles, siempre hay luz, aunque sea tenue, esperando a brillar. Solo necesitas levantar la vista y recordarte que no estás sola, que cada noche difícil también es una promesa de amanecer.
Hoy cuando abrí los ojos esta mañana, lo primero que hice fue sonreír. ¿Por qué? Porque tengo 24 horas nuevas frente a mí. Un día entero para vivir, para sentir, para crecer, para intentar. Un día más es un regalo, una nueva página en blanco que puedo llenar con acciones, decisiones, sueños y amor. Prometo, por mí y para mí, vivir al máximo cada instante. Agradecer por lo bueno, aprender de lo no tan bueno, y no dejar que el miedo me impida avanzar.
La vida no se mide por los años, sino por los momentos que nos dejan sin aliento, por las pequeñas cosas que nos hacen sonreír sin motivo, por las veces que nos levantamos aún con el alma cansada. La vida es, en esencia, una colección de momentos. Algunos duelen, otros curan. Pero todos nos transforman.
Si lo crees, lo creas. Nunca subestimes el poder de tus pensamientos. Tus sueños tienen valor, tu voz importa, y tu energía puede cambiar no solo tu mundo, sino también el de quienes te rodean. No esperes a que todo sea perfecto para empezar, empieza y hazlo perfecto a tu manera.
Así que, hoy, sin importar lo que venga, ¡échale ganas! Con el corazón en alto, con el alma despierta, con la mirada firme. No se trata de tener todas las respuestas, sino de tener el valor de seguir adelante.
Con cariño:
Tú misma, (recordándote lo fuerte que eres)