Las Leyes del Karma: Lo que das, vuelve. En la Vida, todo regresa. Nada queda sin respuesta, ni sin eco. Todo lo que haces, dices, piensas, incluso, lo que te guardas dentro, vuelve a ti. A veces lento, otras veces como un rayo. Pero vuelve. Porque así funciona el universo. La Ley del Karma. La Ley de Causa y Efecto.
-La maldad regresa a quien la origina.
-El amor vuelve multiplicado a quien lo ha ofrecido sin condiciones.
-Las mentiras se enredan alrededor de quien las ha dicho.
-La envidia consume desde dentro a quien la siente.
-Y la energía negativa, esa que alguien lanza a otro con desprecio o rabia, le regresa diez veces más fuerte… como un bumerán cargado de sus propias sombras.
Ten esto siempre presente:
Quien riendo la hace, llorando la paga. No es venganza, es equilibrio. No es castigo, es lección. La Vida no se olvida de nada, simplemente espera el momento perfecto para enseñarte.
Lo que deseas para los demás sea bueno o malo, se convierte, tarde o temprano, en un reflejo de tu propio destino. Porque toda acción genera una reacción igual o mayor. Tus palabras, tus actos, tus intenciones… son semillas. Y lo que siembras, cosechas.
Por eso, no actúes con odio, no hables con rabia, no desees mal. Porque lo que hoy lanzas al viento, mañana puede ser el huracán que te arrastre.
Recuerda esto siempre:
La Vida, tarde o temprano, lo cobra o lo paga. Es una metáfora para expresar la idea de que la Vida tiene un sentido de justicia y que las acciones tienen sus consecuencias. Ni más, ni menos.
Ten en cuenta que la Rueda de la Vida gira. Gira para todos. Y cuando regresa a ti, trae lo que tú pusiste en ella.
Esto me suena a fatalismo.
Responsabilidad: Implica la capacidad de tomar decisiones de forma consciente y aceptar las repercusiones de nuestros actos. No se trata de premios o castigos, sino del resultado natural de nuestras intenciones. Un abrazo M. Carmen.