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  • Última modificación de la entrada:25/03/2018

Hola querid@s lector@s

Hoy, desde El Rincón de Rovica: Querida yo. Sé que no es fácil entender que te esté escribiendo, a ti, a la mujer que soy, a la mujer en la que te has convertido… Repentinamente, tengo la necesidad de decirte esas cosas que nadie te ha dicho; a veces, es tan solo el camino que necesitas, para encontrar la fuerza en alguien y otras muchas veces, ni siquiera ese alguien eres tú, querida yo.

querida yo

No te juzgo, sé que has tenido una vida vestida de ausencias, aprendiendo a ser, a estar, a callar, sin saber exactamente por qué. ¿Por qué a ti, querida yo? ¿Por qué la decepción? ¿Por qué el vacío?  ¿Por qué te sientes a veces tan sola? ¿Por qué te mintieron? ¿Por qué te traicionaron? ¿Por qué no olvidas? ¿Por qué y a pesar de todo sigues caminando? y ¿Por qué simplemente no te detienes? No lo sabes, ¿verdad? Pues yo te lo voy a decir: No te detienes y no paras tu paso, porque en medio de tu alma golpeada y desabastecida de esperanza, hay una pequeña y tenue luz, que palpita desesperadamente y aunque es muy pequeña, es esa luz, la que te dice, “ no te detengas, no lo hagas, sigue”. Esa luz se llama como tú y como yo. Esa luz soy yo, esa luz eres tú misma no queriendo rendirte, aferrándote a la vaga idea de que, por fin, un día, entre miles de millones de lágrimas en el pasado, puedas sonreír diciéndote que merecía la pena vivir. Es mentira creer, que nada te hará sentir como te lo mereces; por supuesto que te mereces la grandeza, la vitalidad de tus sueños y la sorpresa de un día nuevo. Yo creo en ti. Juro por ti. Me arriesgo por ti. Lloro por ti. Aplastando y venciendo los temores por ti.

querida yo

Querida yo, te quiero y mi amor implica que estaré siempre procurando que nuestra luz jamás y ni por el más mínimo mal paso, se extinga. Querida yo, un día, vamos a curar nuestras heridas. Un día, el dolor no nos tumbará, solo nos fortalecerá. Un día dirás, “ Sí, ya lo sé, he sido valiente”. Y yo, en alguna parte de ti, sonreiré orgullosa, feliz y absolutamente consciente de que estas lagrimas que ahora brotan de mí mientras te escribo, son las necesarias, son las indicadas, para que sepas que te entiendo como nunca he entendido a nadie y que te amo como nunca he amado a nadie…

Jarhat Pacheco

querida yo

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